miércoles, 12 de octubre de 2011

¿En qué anda Julia Roberts?




Haciendo un zapping de portales de internet, me entero que la actriz se encargará de darle vida a la madrastra de Blanca Nieves, en una cinta que verá luz en marzo del próximo año... parece que sigue la moda de colocar en el cine a las clásicas historias de nuestra infancia. Tarsem Singh (Immortals) es el director de la historia creada por los hermanos Grimm, y Lily Collins interpreta el papel de la joven princesa. Según Roberts, la filmación no sigue al pie de la letra el cuento original ni la conocida animación de Disney, e incluso, reniega de llamarse a sí misma como “bruja”. El director en cambio, declaró que desea lograr un personaje demente, que escape a toda lógica para conseguir y mantener el poder… (Miren ustedes, creía que el trono de la reina no estaba en discusión).

Sigo recorriendo algunas fotos que hicieron públicas del rodaje y no terminan de convencerme. La estética (especialmente la vestimenta) es demasiado colorida para referirse a un cuento que originalmente, consigue una épica sombría e inquisidora.

Pero, en lo que parece una jugada marketinera, habrá una segunda película sobre Blanca Nieves (Universal Pictures), esta vez interpretada por Kristen Stewart y dirigida por Rupert Sanders. El papel de la madrastra será interpretado por Charlize Theron.
Leyendo los primeros datos sobre esta segunda filmación -a estrenar unos dos meses más tarde que la de Tarsem Singh- pareciera que sigue con mayor fidelidad la documentación de los Hermanos Grimm, y más si nos referimos a la tradición oral alemana que recopiló historias no del todo alejadas de la realidad.
...Esperemos que los trailers hagan justicia, al menos hasta la fecha de los estrenos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Charlize es una diosa, tiene un perfil interesante en la foto. A Julia no la veo haciendo de malvada.

Anónimo dijo...

Estas animaciones traen un mensaje. Son buenas.

Justice ou Justitia dijo...

23:58, depende, en general los "aprendizajes" que se observan en los cuentos remiten a lo más oscuro de la época, transcribo una entrada del blog que recomendamos hace unos días: ovejaselectricas.es. Allí tratan este tema.

“Los hermanos Grimm, Jakob y Wilhelm, se hicieron célebres por sus cuentos infantiles como Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, Rapunzel, La Bella durmiente o Juan sin miedo. Sin embargo, no fueron los autores de estas historias sino que se limitaron a recopilar cuentos de la tradición oral alemana, destinados a los adultos más que a los niños por su violencia y contenido sexual.

Su primer libro, Cuentos para la infancia y el hogar, publicado en dos volúmenes a principios del siglo XIX, fue censurado y reelaborado en las sucesivas ediciones para suavizar el contenido, que reflejaba la extrema dureza de la vida en la Edad Media, y convertirlo en una obra destinada al público infantil. Las versiones “descafeinadas” de sus historias terminaron desplazando a los cuentos originales, que continuaban vivos en la tradición oral.

Para contentar al público burgués, al que se destinaban sus libros, hicieron significativos cambios en sus cuentos. Por ejemplo, la madre de Hänsel y Gretel se convirtió en una madrastra. En la época medieval, la escasez constante de comida hizo que los seres humanos mostrasen con frecuencia su lado más monstruoso, recurriendo al infanticidio de sus propios hijos. En este cuento, la madre consiguió persuadir al padre para que abandonase a sus hijos en el bosque para que muriesen porque no podían alimentarlos.

La comida era una constante preocupación en este cuento: la madre intentaba matar a sus hijos para evitar el hambre de ella y de su marido y la bruja construyó su casa de alimentos y deseaba comerse a los niños.

También en Blancanieves era la madre, y no la madrastra, la que quería acabar con la vida de la joven y bella hija. En este caso, la rivalidad no se generaba por competir por los alimentos sino que era de tipo sexual.

En el siglo XIX no podían aceptarse estas madres despiadadas, que no coincidían con la imagen de la madre de la época, de modo que se hizo necesario sustituirlas por madrastras.

Justice ou Justitia dijo...

Tampoco el contenido sexual era sutil. En Rapunzel, la joven fue entregada a una bruja por sus propios padres a cambio de alimento. La bruja la mantuvo encerrada en una torre, aislada, hasta que un príncipe la oyó cantar y comenzó a visitarla todas las noches, escalando la torre gracias a la larga trenza de la muchacha. El resultado de esas visitas será que Rapunzel se quede embarazada de gemelos.

A mediados del siglo XIX, especialmente en Norteamérica, los libros de los hermanos Grimm fueron rechazados por maestros, padres y religiosos, que condenaron, por ejemplo, la violencia de muchos pasajes y la dureza de los castigos impuestos a los villanos.

Así, en Blancanieves, a la madrastra le calzaron unas zapatillas de hierro ardiente al rojo vivo y fue obligada a bailar con ellas hasta caer muerta.

Una de las hermanastras de La Cenicienta, para que le cupiese el pequeño zapato de cristal, se cortó un dedo del pie, pero un pájaro mágico le advirtió al príncipe que se fijara en la sangre que estaba goteando del zapato; la otra hermanastra se cortó el talón, pero otra vez el pájaro advirtió de la sangre que manaba del pie. El castigo de las hermanastras también fue especialmente cruel: sus ojos fueron arrancados por unos cuervos.

En Los doce hermanos, la malvada madre del rey es condenada por éste a morir metida en una tinaja llena de aceite hirviendo y serpientes venenosas.

En La niña sin manos, un molinero hace un trato con el diablo para conseguir salir de la pobreza. A cambio, deberá cortar las manos a su hija. Como, además, el diablo le amenaza con llevárselo al infierno, el molinero termina obedeciendo y mutilando a la niña.

Y uno de los cuentos más espeluznantes es, sin duda, El hueso cantarín. La historia tiene como protagonistas a dos hermanos que compiten por matar a un jabalí que atemoriza al reino. La recompensa para el que lo logre es obtener la mano de la princesa. El hermano menor lo consigue, pero su hermano lo emborracha, lo asesina y lo arroja por un puente para casarse con la princesa. Un pastor, pasado un tiempo, encuentra un hueso del hermano muerto y hace una flauta con él. El sonido que sale de ella denuncia el asesinato. El rey escucha la canción y condena a muerte al malvado hermano, metiéndolo en una bolsa y enterrándolo vivo.

Cuando los hermanos Grimm se convencieron de que sus libros debían destinarse esencialmente al público infantil fueron progresivamente suavizando el contenido de sus historias. Y es que, evidentemente, algunos de estos relatos eran de todo menos recomendables para leérselos a los niños antes de que se fueran a dormir".