martes, 15 de noviembre de 2011

¿De quién es la comida en el plato de un restaurante?





¿Puede un restaurante juzgar y castigar a sus clientes?

Un restaurante en Arabia Saudita implementó un régimen de multas para aquellos clientes que dejen comida en su plato. Las multas son proporcionales a los restos, a mayor cantidad de comida, mayor es la multa. La noticia fue publicada en medios de casi todo el mundo, en algunos casos en la sección “Weird” (extraño) habitualmente reservada para noticias curiosas o simplemente absurdas o bizarras. Pero ¿Por qué es esta una idea tan extraña?

El propietario del restaurante Damman Marmar justificó la medida explicando que procuraban limitar la producción de desperdicio y sancionar a aquellos clientes que realizaban grandes pedidos para impresionar a otros y aumentar así su prestigio social. Casi todos los medios relacionaron esta medida con la inesperada reacción que meses atrás tuvo un Chef en Suecia, que decidió echar por la fuerza a tres clientes que pidieron el postre sin terminar de comer el plato principal, algo que le resultó inaceptable al cocinero .

¿Multar el despilfarro?

Esta doctrina promovida por el restaurante árabe dice que pagar un bien (la comida) no nos otorga el derecho a desperdiciar lo adquirido y que el uso incorrecto puede producir sanciones posteriores. A primera vista el asunto puede ser parecido a las multas incrementales por consumo de energía (a mayor consumo doméstico de electricidad, energía más costosa) y otras sanciones al abuso de consumo. Pero no es así, esas son medidas diseñadas para estimular conductas racionales y ahorro. La idea implementada en este restaurante de Arabia Saudita va mucho más allá. Al sancionar al que deja comida en el plato, lo que está haciendo no es estimular el ahorro, sino sancionar el despilfarro.

Aunque pueden reconocerse intenciones positivas en las multas a los desperdicios (apego a valores asociados a la protección del medio ambiente, por ejemplo), desde otro punto de vista ésta podría ser una atribución desmedida. Una pregunta que debería responder un restaurante que quisiera aplicar una multa así es ¿De quién es la comida una vez que está servida en la mesa ? ¿Es del cliente o aún es del restaurante?

Si la respuesta es que la comida pertenece al cliente a partir del momento que está servida en su mesa, entonces el restaurante no tiene ningún derecho sobre esa comida. Si por el contrario la comida aún pertenece al restaurante hasta que el cliente realice el pago, el restaurante podría reservarse el derecho de establecer el precio definitivo según el comportamiento del cliente.

Fuente: http://cukmi.com/

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa norma da por sentado que quien deja restos lo hace por desperdiciar, no por haberse saciado antes de terminar el plato. Si el caso es este último, ¿el problema no podría estar en la porción que sirve el restaurante? ¿Quién decide que una porción es óptima para ser terminada sin dejar restos? ¿No deberían sancionar también a restaurantes que sirvan porciones muy grandes, entonces?.
¿Todos tenemos el mismo apetito? Si me multan por dejar sobras(digamos, por saciarme antes de terminar el plato), ¿no deberían servirme más comida si me quedé con hambre? Me parece mas
óptimo que los restaurantes tengan algún programa de manejo de sobras (desconozco cuál podría ser) que hacerle pagar una multa al comensal. Porque, en definitiva, por mucha multa que haya, la comida se termina desperdiciando igual.