La historia de las damas se remonta a la cuna de la civilización, donde los vestigios de la forma más temprana del juego, fueron desenterrados en una excavación arqueológica en la antigua ciudad de Ur, en el sur de Mesopotamia, territorio que actualmente ocupa el país de Irak. Se utilizaba un tablero bastante similar al que conocemos hoy en día, pero nadie sabe con precisión las reglas que en ese entonces determinaban el juego. Se tienen datos además de que en el año 3000 A.C las damas ya eran un pasatiempo habitual, las cuales se extendieron al resto del mundo. Otros datos mencionan la existencia de un juego similar que utilizaba una tabla cuadriculada de 5x5, denominada Alquerque, que se perfeccionó en el antiguo Egipto.
Esta versión egipcia fue tan popular que el hombre la jugó durante miles de años. Luego, en 1100 AC, un innovador pensador francés advirtió que las damas podrían desplegarse en un tablero de ajedrez, y para ello aumentó el número de piezas por cada jugador a 12. Este juego modificado fue entonces llamado "Fierges" o "Ferses", pero el nombre más apropiado terminó siendo "Le Jeu De Dames Plaisant", ya que se consideraba un juego social disfrutado principalmente por las mujeres. Más tarde, el juego se hizo más difícil al integrar saltos obligatorios y por lo tanto, esta nueva versión se denomina "Fuerza Jeu".
Ya en la mitad del año 1500, se escribieron libros sobre este pasatiempo y en 1756, un matemático Inglés documentó un tratado sobre las damas. Ahora, con sus propias reglas por escrito, el juego se establece en Inglaterra, dónde era conocido como "Draughts" y en América, donde se le llamó "Checkers". Este juego aumentó la popularidad en forma sostenida, hasta que en 1847 se crea el primer campeonato de aficionados, que además otorga importantes premiaciones. Al tiempo, los amantes del juego se dieron cuenta de que ciertos movimientos darían ventajas matemáticas al jugador que primero moviera su ficha y así, para comenzar la partida de forma aleatoria, se han creado dos restricciones en las jugadas que se utilizan principalmente a nivel competitivo. En los torneos modernos incluso, se establecen tres restricciones en los movimientos para quien deba comenzar la partida.
A mediados del siglo XX, la colorida historia de las damas seguiría sumando nuevos complementos, esta vez gracias al programa desarrollado por Arthur L. Samuel, que creó un software capaz de reproducir el tablero y sus movimientos por una computadora, es decir, la computadora haciendo de oponente al propio jugador. Poco a poco, estos programas se han mejorado gracias al aumento de la capacidad y velocidad de las computadoras. Hoy en día, los programas informáticos se basan más en las investigaciones (como bases de datos) que muestran las combinaciones posibles en el juego sabiendo el número restante de fichas. Las damas han entrado prácticamente en todos los hogares a través de Internet, ocasionando incluso que los mejores jugadores conozcan la derrota a manos de otros contrincantes que participan en la red. Las damas siguen siendo tan populares como siempre y la gente en todo el mundo participa en el juego para entretenerse, reforzar su capacidad lógica o, simplemente, disfrutar de tiempo de calidad jugando un buen partido en casa con la familia.